2025-07-18
El ácido hialurónico (HA), un glicosaminoglicano natural en el cuerpo humano, es conocido por sus excelentes propiedades de retención de agua y lubricación, y desempeña un papel clave en tejidos como la piel, las articulaciones y los ojos. Sin embargo, la estructura molecular del ácido hialurónico ordinario inyectado directamente en el cuerpo es relativamente suelta y lineal, y la hialuronidasa en el cuerpo lo descompondrá y metabolizará rápidamente y se diluirá con la difusión del líquido tisular. Por lo tanto, el tiempo de retención del ácido hialurónico común en el cuerpo es muy corto, que puede durar sólo de unas pocas horas a unos pocos días, y su eficacia como relleno o humectante de larga duración se reduce considerablemente. Esta limitación obvia ha provocado la necesidad de una modificación física o química del ácido hialurónico.
Para superar la fácil degradación del ácido hialurónico común, los científicos han desarrollado una tecnología de reticulación.Ácido hialurónico reticuladoconsiste en introducir enlaces covalentes estables o estructuras de red física entre las moléculas de cadena larga del ácido hialurónico ordinario mediante reactivos químicos específicos o métodos físicos. Este proceso es como agregar muchos "puntos de conexión" firmes a la bola de hilo originalmente suelta, tejiendo estos hilos firmemente en una red tridimensional más resistente y elástica. Este proceso de reticulación cambia significativamente las propiedades físicas y químicas del ácido hialurónico, haciendo que su estructura molecular sea más densa y fuerte, mejorando así en gran medida su resistencia a la hidrólisis enzimática.
Es esta diferencia fundamental en la estructura intrínseca la que determina la enorme diferencia entreácido hialurónico reticuladoy ácido hialurónico ordinario en efectos de aplicación clínica. El ácido hialurónico reticulado tiene una excelente resistencia a la biodegradación y a la difusión física en el cuerpo, por lo que su efecto puede durar varios meses o incluso más de un año. Esta excelente durabilidad hace que el ácido hialurónico reticulado sea un material ideal para muchos campos de tratamientos médicos y clínicos, como el relleno de tejidos, la inyección de lubricación de cavidades articulares y la hidratación de la piel a largo plazo. Por el contrario, el ácido hialurónico ordinario no reticulado es más adecuado para inyección dérmica superficial para aumentar rápidamente la humedad de la piel, o como gotas para los ojos, apósitos para heridas y otros escenarios de aplicación que requieren un metabolismo y reposición rápidos. En resumen, la tecnología de reticulación proporciona al ácido hialurónico una estabilidad y durabilidad sin precedentes, ampliando enormemente su potencial de aplicación y su valor.